Del cine barsileño no he visto todo lo que quisiera, pero cada vez que veo algo termino con ganas de más, Estômago es una película inteligente, bien planteada, sensual, analítica, cálida, un enfoque distinto, no el usual realismo hiperinflado, que me deja llena de desesperanza; es un realismo acomedido, un realismo que toca fondo pero al igual que Nonato va emergiendo hasta llegar a la cama de arriba.
Estômago (2008) está dirigida por Marcos Jorge y protagonizada por João Miguel (Nonato), Fabiula Nascimento (Íria); él te deja sentir a Raimundo Nonato, con su ingenuidad, su talento, sus ambiciones tan simples y tan profundas; ella magistral, encantadora, seductora y coqueta, con una gula que supera cualquer otro pecado.
La película sigue a Nonato desde su arribo a la ciudad, juega con el tiempo y narra una historia de comida, debilidad, sexo, amor y ambiciones. La cárcel, la cocina, una prostituta, sexo por comida, un cocinero, un presidiario, un hombre enamorado. Aborda de manera muy crítica la situación alimentaria en las carceles brasileñas sin que sea ese el fondo de la historia, es solo el contexto que permite conocer mejor a Nonato y como hasta la comida echada a perder sabe mejor con un poquito de romero.
In my Father's Den, es una de mis películas favoritas y Matthew Macfadyen uno de mis actores favoritos, la convinación no puede ser tan mala. Hace unos días la volví a ver, y me sorprendió que no solo me gustó más sino que descubrí matices y sensaciones nuevas.
In my Father's Den, suspenso de 2004, escrita y dirigida por Brad McGann. Matthew Macfadyen es Paul Prior un fotografo y corresponsal de guerra que regresa a su pueblo natal en Nueva Zelanda, diecisiete años después, tras la muerte de su padre.
El elenco está compuesto por Matthew Macfadyen (Paul Prior), Emily Barcley (Celia), Miranda Otto (Penny), Colin Moy (Andrew), Jodie Rimmer (Jacky).
La película es una visión sobre las relaciones familiares, la redención, la búsqueda de uno mismo y la creación de vinculos. Macfadyen hace un trabajo sobresaliente dándole vida a un complejo, desvinculado y atormentado Paul, que mantiene una relación poco común con la hija de su ex novia, una joven que no encaja en el pueblo, como le sucedía a Paul cuando era joven. Emily Barcley está impresionante. Los excesos, el misticismo religioso, los secretos, las mentiras, una conflictiva relación con su hermano y la desaparición de Celia, rodean a Paul y lo convierten en el principal sospechoso.
McGann, presenta la historia como un todo, la atención en los detalles, el juego espacio tiempo, envuelven los sentidos, la imagen de Paul se desdibuja para luega afianzarse en la medida que se le va conociendo, entendiendo, juzgando. La escena de la asfixia erótica está presentada sin morbo, es una mirada fría de otro elemento más del carácter de Paul, dura solo unos segundos, no hay desnudos, solo expresiones faciales, lujuria, placer, desconcierto, frustación y huída, esencial para entender que ese apuesto fotógrafo esta tan apartado del mundo que el placer sexual no depende de la compañera en turno.
Alguna vez escuché a alguien que la comentaba quejarse de los gustos sexuales del protagonista, según esta persona era una problema, una deficiencia de la película, porque un tipo atractivo no necesitaba de ciertos ritos para dar placer, hay personas que no entiendo porque ven las películas y series que ven cuando están destinadas a no entender nada, la hipoxifilia (para ser muy propios al hablar) o la asfixia erótica puesta en escena de la manera en que está puesta permite ver un poco más allá de la psique de Paul, no se trata de si es apuesto o no, sino de sus propias crisis y fantasmas.
Una mirada a la decadencia, la sordidez, lo oscuro del ser humano, pero dentro de una trama inteligente, asfixiante, juega con los sentidos, Celia es la esperanza, Paul la redención.
Me gusta mucho la banda sonora, Patti Smith de principio a fin de la cinta, ambientando los recuerdos, cerrando la historia.
